Breve repaso del contexto y el propósito (leer 3:14,15) – explicar cómo cada uno de nosotros puede contribuir a la salud espiritual de nuestra iglesia. La iglesia no es una institución estática que honra la memoria de su Fundador ya muerto, dónde solo los curadores (conservadores de museos) profesionales participan. Es como un cuerpo viviente, en el cual cada miembro está personalmente unido con Cristo (EVANGELIO), y tiene un rol vital para hacer (lee Efesios 4:15,16).
Ahora llegamos a otro pasaje relacionado con este tema – concretamente, el liderazgo en las iglesias saludables. La iglesia de Éfeso se había vuelto no saludable, en gran medida debido a que su liderazgo se había “enfermado”. Por lo tanto, restaurar la salud de su liderazgo era una parte clave de la tarea de Timoteo. Leamos las instrucciones de Pablo sobre este tema – leer 3:1-13. A partir de este pasaje y un par de otros, podemos identificar cuatro relaciones claves entre las iglesias saludables y el liderazgo de la iglesia.
Puede sonar obvio el mencionarlo, pero las iglesias saludables tienen líderes oficiales. Pablo habla aquí de dos oficios de liderazgo diferentes – obispos y diáconos.
“Obispos” (3:1,2) es sinónimo de “anciano” (ver Tito 1:5,7). “Obispo” describe su función – proveer una dirección espiritual sobre todo (para permanecer en la misión) y cuidado espiritual (3:5b). Es por esto que Pedro llama a los ancianos “pastores” (1Pedro 5:1,2). “Anciano” describe su madurez espiritual relativa (no cronológica) (3:6) –más de este tema pronto.
“Diácono” (3:8,12,13) significa literalmente “servidor”. Todos los cristianos deben ser siervos de Cristo y de los demás, así que “diáconos” son evidentemente servidores ejemplares. El Nuevo Testamento no describe la función de los diáconos más allá de esto, a excepción que operan bajo el liderazgo de los ancianos (diáconos siempre se mencionan en segundo lugar). En nuestra iglesia, los diáconos son los líderes de casa iglesia y otros servidores ejemplares.
Así que una iglesia sana requiere un liderazgo humano. Dios siempre ha sido el Líder principal de Su gente, pero Él también ha levantado líderes humanos y ha obrado a través de ellos para llevar a cabo Su plan (EJEMPLOS).
A veces, las iglesias sobre reaccionan a los líderes malos al enfrentar oficio de liderazgo en contra de ser liderado por Dios (falacia de BEBÉ vs. TIRAR AGUA DE BAÑERA CON BEBÉ ADENTRO). Por ejemplo, el movimiento de iglesias en casa “Iglesia Simple” es abierto en argumentar en contra de cualquier tipo de oficio formal en las iglesias. Como lo explica Frank Viola, la casa iglesia deber ser “una reunión bajo la Dirección de Jesucristo sin un clérigo, donde los miembros se conocen unos a otros profundamente y están experimentando una profundidad en Cristo, donde las decisiones se toman por la comunidad, y donde cada miembro funciona en las reuniones (servicios) sin un ser humano que controle, direccione, facilite, o domine…”
Aunque esto suena bien en teoría (por ej., los grupos sin líderes pueden parecer como que facilitarían la espiritualidad y la libertad), ellos normalmente terminan en caos, cansados y con una energía sin rumbo y (a menudo) se levantan personalidades fuertes que funcionan como líderes no oficiales para llenar el vacío de dirección. Pero la solución bíblica a los malos líderes no es no tener líderes – ¡si no que líderes piadosos! La iglesia de Éfeso había tenido algunos malos líderes, así que Pablo le recuerda a Timoteo cómo identificar a los líderes piadosos…
Pablo describe que los líderes cristianos piadosos se ven parecidos desde tres ángulos distintos: su carácter, el contenido de su enseñanza, y su huella registrada de liderazgo probado anteriormente.
Primero, los líderes piadosos deben tener un carácter piadoso. El carácter piadoso es el objetivo de Dios para todos los cristianos (1:5) – y los líderes deben tener esto para inspirar y liderar a otros hacia ello. Pablo describe el carácter piadoso de forma general tanto negativamente (“más allá de cualquier reproche” – 3:2,10) y positivamente (“respetable”—3:2; “buena reputación” – 3:7; “gente digna” – 3:8).
“Mas allá de cualquier reproche” significa que el potencial anciano o diácono debe estar obviamente libre de una conducta que lo desacredite (explicar conductas en 3: 2ª,8,11). “un hombre de una sola mujer” (3:2,12) se refiere a gente fiel/casta sexualmente, libre de inmoralidad sexual. Pero solo la ausencia de conductas que desacreditan no es suficiente; los líderes de la iglesia deben tener un carácter positivo que inspire el respeto de la gente y la imitación (explicar los términos en 3:2,3b; 3:7).
Segundo, los líderes piadosos deben saber, sinceramente creer en, y efectivamente comunicar la verdad (bíblica) inspirada por Dios. Así que los ancianos deben tener la “habilidad de enseñar” la verdad bíblica (3:2), la cual es más adelante definida en Tito 1:9 (leer). Los diáconos deben (guardar el misterio de la fe con una clara conciencia” (3:9)—tener convicciones sinceras que el evangelio es la verdad (ver 3:15 – la iglesia es “la columna y el fundamento de la verdad”). Es la Palabra de Dios que salva a las personas y cambia vidas (2Timoteo 3:16,17). Cuando los líderes de iglesia se apartan del centro bíblico, ya sea se desvían hacia herejía o tangentes doctrinales, la iglesia eventualmente pierde tanto su mensaje como su salud espiritual. Es por esto que la iglesia requiere que el potencial diácono complete los cursos básicos en teología y en ministerio.
Tercero, los líderes piadosos tienen una trayectoria de efectividad previa en el liderazgo. Uno de los mejores predictores de la conducta futura es la conducta pasada. Por ejemplo, ellos debieran haber guiado bien a sus familias (explicar 3:4,5). Debieran haber sido probados en otros roles de servicio (3:10). Otros ejemplos incluyen efectividad en ayudar a liderar iglesias en casa y/o equipos de ministerio. Es por esto que, en nuestra iglesia, los potenciales ancianos deben tener una fuerte trayectoria de liderazgo en casa iglesia.
¡Qué tesoro es tener líderes que son piadosos en este sentido! ¿Qué ocurre si es que incluso uno de estos está faltando? Pero se necesita aún más en una iglesia para que sea saludable en esta área…
Tercero, las iglesias saludables tienen buenos seguidores. Pablo implica aquí esto, pero él los estampa explícitamente en otras partes, como lo veremos. Puedes tener líderes piadosos, pero los miembros pueden efectivamente hacer un corto circuito al liderazgo si muchos de ellos son pobres o seguidores no dispuestos.
Dos otros pasajes señalan dos claves para los buenos seguidores
Leer 1Tess.5:12,13. Los buenos seguidores aprecian a sus líderes y los estiman en amor debido a su trabajo (contrariamente tomarlo por garantizado). Como veremos en un par de semanas, esto podría involucrar apoyarlos financieramente. Los buenos líderes no ordeñan apreciación (y menos dinero) de su gente, pero son motivados por ello – yo he experimentado esto muchas veces. Y dicha apreciación ayuda a crear una cultura en la cual la aspiración al liderazgo florece (a la inversa, la gente no va a seguir modelos maltratados).
Leer Heb.13:17. Los buenos seguidores están dispuestos a ser guiados, se inclinan a seguir a sus líderes – incluso si ellos están en desacuerdo en algunos criterios. Ningún líder piadoso desea que su gente los siga ciegamente (¡no es que sea nuestro problema en la cultura americana!). Ellos desean que su enseñanza y liderazgo sea evaluado por y los hagan rendir cuentas con respecto a la Biblia. Pero es doloroso de hecho intentar liderar gente que no se someten:
“No tengo problemas en someterme cuando estoy de acuerdo con la decisión del líder.” ¡Pero eso no es sumisión! La sumisión es elegir aceptar una decisión con un criterio y activamente ayudar a que tenga éxito vs. pasivamente esperar para que fracase.
“No tengo problemas en someterme a Dios – solo a la gente”. Pero Dios lidera muchas veces a través de los líderes, así que nuestro sometimiento a Él será desafiado aquí. “Buenos líderes son difíciles de encontrar” podría hablar más acerca de mi que de los líderes.
“La carga está en ti para que me digas porqué habría de seguirte”. No, el sometimiento respetuoso significa que la carga está en mí de porqué yo no habría de seguirte. A no ser que una verdad bíblica importante está siendo violada, tengo que estar dispuesto a ayudar sus objetivos legítimos para que tengan éxito.
Todos estos tres son esenciales para la iglesia saludable. Pero debido a que algunos líderes se echan a perder (como en Éfeso), o debido a que la iglesia crece en tamaño, o debido a que los líderes deben bajarse por edad o enfermedad, las iglesias necesitan una cuarta característica…
Finalmente, las iglesias saludables tienen personas que aspiran al liderazgo por las motivaciones correctas. Re leer 3:1 “Deseos” (epithumia) es un verbo fuerte (a veces traducido como “lujuria”). “Aspira” (oregetai) es un verbo aún más fuerte. Querer fuertemente ser un líder en la iglesia de Dios es una buena cosa (kalos) porque su obra es un trabajo noble (porque la iglesia está en el centro del plan de Dios; ¡porque los líderes representan a Cristo de una manera especial!) Aunque no es la voluntad de Dios para cada cristiano ser un anciano o un diácono, podemos descansar seguros que Dios plantará un fuerte deseo en muchos de nuestros corazones. En iglesias saludables, muchas personas responden a este deseo dado por Dios buscando hacer progresos en las tres áreas mencionadas más arriba, y orando que (si es la voluntad de Dios) Él los levantará en el liderazgo en el momento adecuado. En las iglesias saludables, más aún, la mayoría de las personas tienen una perspectiva positiva de esta aspiración.
En las iglesias que tienen carencias en esta área, a menudo escuchas este sentimiento: “Aprecio tu liderazgo – pero nunca me pidas que lidere.” Esto es un signo de salud enfermiza, y me temo que tenemos esto en algunas partes del ministerio con adultos. Varios factores conducen a este problema:
Algunos miembros están dispuestos en principio a liderar, pero tienen otras responsabilidades tan serias que tomar un liderazgo de iglesia no es posible.
Algunos miembros están dispuestos a liderar, pero les falta el entrenamiento o de apoyo que necesitan para poder liderar efectivamente – así que la tarea parece avasalladora. Esta tarea es humanamente avasalladora, pero Dios nos puede capacitar – y Él obra a través de los líderes para entrenar personalmente y formalmente, y también proveer supervisión en el consejo y motivación de los líderes. Estamos bendecidos al poseer entrenamiento de calidad y apoyo en nuestra iglesia.
Algunos miembros pueden ser cínicos con respecto al liderazgo debido a la cultura o (especialmente) al fracaso del liderazgo de la iglesia. Pedro nombra estos fracasos comunes del liderazgo (junto con su contraparte piadosa) que son tóxicos en esta característica (ver 1Pedro 5:2,3).
“Debo” vs “Me toca” – modelos que cumplen obligaciones que no inspiran a liderar.
Por el dinero (o prestigio) vs. con ganas sinceras de servir a Dios.
Para mandar a las personas que nos rodean vs. ser ejemplos de humildes sirvientes- líderes.
Los líderes piadosos pueden a menudo disolver este cinismo en la medida que la gente ve y se beneficia de su liderazgo. Pero a veces este cinismo es solo una justificación para centrarse en sí mismo, la cual requiere arrepentimiento personal.
Algunos miembros no están dispuestos a ser líderes debido a sus propios fracasos en el pasado en el liderazgo (por ej. descalificación moral; fracaso de grupos; etc). Pero el fracaso en cualquier empresa importante y desafiante es casi seguro. La pregunta no es: “¿Experimentaré algún fracaso?” más bien: “¿Responderé al fracaso como una oportunidad de recibir la gracia de Dios y aprender lecciones valiosas?” (por ej. PEDRO).
Algunos miembros pueden estar preocupados desmesuradamente por otras aspiraciones (por ej. carrera, familia, hobbies, etc.) Ellos ven estas aspiraciones como más gratificantes. Sin embargo, recuerda la referencia de Pablo al liderazgo de la iglesia como un trabajo noble (3:1), y nótese cómo Pablo cierra este pasaje (lee 3:13). ¿Qué podría ser más satisfactorio que tener una mayor confianza en tu fe (a través de la prueba que involucra el liderazgo)? ¿Qué podría ser más satisfactorio que estar en una posición de alta estima a los ojos de Dios (incluyendo los reconocimientos de BEMA), y a los ojos de la gente (es decir un buen modelo)? ¿Cuánto más importarán tus aspiraciones y tus avances en estas otras áreas en 500 años más?
Estás dispuesto a decirle a Dios: “Quiero ser usado por Ti lo más efectivamente posible. Estoy dispuesto a servir contento en cualquier capacidad que Tú tienes para mí, incluyendo roles de liderazgo si es que Tú lo deseas.”