Breve resumen del contexto y el propósito (leer 3:14,15) – para explicar cómo se ven las iglesias saludables, y cómo cada uno de nosotros puede contribuir a la salud espiritual de nuestra iglesia.
Ahora comenzamos con otro pasaje relacionado con este tema – leer las selecciones de 5:3-18. Esta larga sección es Pablo instruyendo a Timoteo en cómo dirigir los recursos financieros de la iglesia de Éfesos. Las instrucciones de Pablo implican que la iglesia junta dinero de sus miembros, y que el liderazgo de la iglesia es responsable de desembolsar estos fondos de formas que avancen su misión. Cada iglesia tiene recursos financieros limitados. La forma en que gasta estos recursos es tanto un reflejo y un refuerzo de sus prioridades actuales. Pensemos en lo que enseña este pasaje a cerca de dos prioridades ministeriales claves de las iglesias saludables—comenzando con este ejemplo específico, y para ir luego más profundamente…
Las Iglesias saludables utilizan sus recursos financieros para apoyar a los miembros en necesidad y a los líderes claves.
Primero, Pablo urge a Timoteo para apoyar financieramente a las viudas que valen la pena de la iglesia de Éfeso. 5:3-16 se refiere a una lista (5:9) de viudas que la iglesia debía apoyar financieramente (implicado a partir de 5:4,8,16). Él da estrictos requerimientos para que las viudas puedan ser puestas en la lista (por ej. sin apoyo familiar; no elegible para matrimonio; sirviente probada de la iglesia). En parte, los requisitos como estos son necesarios porque una iglesia local (especialmente en una cultura sin seguro social, etc.) a menudo tiene más miembros financieramente necesitados que los recursos financieros que tiene. Debiera ayudar a muchas personas en necesidad en forma ocasional, pero una ayuda continua debiera ser reservada para aquellos que han probado ser servidores que tienen otros medios de apoyo insuficientes.
Pero otra razón por la cual los requisitos de ayuda a las viudas son estrictos, es para que haya dinero para proveer continuamente a los líderes claves – especialmente a aquellos que predican y enseñan extensivamente (5:17,18). 5:17 “doble honor” probablemente se refiere a ciertos líderes que están siendo financieramente compensados al igual que son respetados (versus doble paga a un anciano normal). Dichas enseñanzas y predicas equipa a los miembros en la Palabra de Dios (Efesios 4:11,12) y ayuda a los buscadores a venir a la fe en Cristo. La preparación de la enseñanza toma mucho tiempo extra (Xenos: 16 horas/CT y 12 horas/ clase) sobre cualquier ministerio normal de cada miembro.
Por supuesto, algunas iglesias son tan pequeñas o pobres que no tienen mucho/nada de dinero para hacer ninguna de lo mencionado arriba. Pero aún pueden observar el principio que apoya esta aplicación…
Estos dos gastos representan dos prioridades bíblicas más amplias para la iglesia local – el ministerio de la Palabra y el ministerio del servicio. Timoteo debía movilizar a los miembros de la iglesia a servir en forma práctica a las viudas proveyéndoles comida, administrando los fondos para esto, etc. También debía asegurarse que los ancianos que enseñaban/predicaban eran compensados por sus ministerios de la Palabra.
Esta instrucción específica refleja una patrón claro generalizado en el Nuevo Testamento:
Mateo resume el ministerio público del comienzo de Jesús de esta manera (leer Mateo 4:23). Jesús se enfocaba en dos prioridades – Palabra (“enseñando y proclamando”) y servicio (“sanidad”). Su ministerio de servicio también involucraba dar asistencia financiera a los pobres (Juan 12:4-6).Jesús también se enfocaba en Sus discípulos en estas dos prioridades del ministerio al entrenarlos para futuros ministerios (Lucas 10:8,9; 12:33; 24:47).
La iglesia de Jerusalén mantenía estas dos prioridades (leer Hechos 4:33-35). En la medida que creció, los apóstoles designaron a obreros para servir a las muchas viudas de la iglesia para que ellos pudieran enfocarse en comunicar la Palabra de Dios (leer Hechos 6:1-4). Aquí vemos la división intencional de la labor dentro de la iglesia local para mantener estas dos prioridades.
Además del ministerio extensivo de predicación y enseñanza, Pablo trabajaba duro para proveer ayuda financiera a las iglesias para que ellos pudieran cuidar a los miembros pobres (Gálatas 2:7-10; 1Corintios 16:1-4; 2Corintios 8,9). Él también enseñó a sus iglesias a mantener estas prioridades (1Timoteo 5;etc).
La mayoría de los dones espirituales mencionados en el Nuevo Testamento se refieren a la Palabra y a las habilidades de servicio (leer 1Pedro 4:10,11). La lista representativa de dones espirituales de Pablo cae dentro de estas dos categorías (leer y explicar Romanos 12:6-8). El dar estos dones enfatiza y facilita la insistencia de Dios de que estos ministerios van juntos en la misma iglesia local.
Existen muchas respuestas bíblicas a esta pregunta; es parte del tema mayor (y complejo) de la renovación y expansión de la iglesia. Pero en vez de mirar superficialmente a todos ellos, veamos más de cerca a de dos de ellos…
Ellos van juntos porque ellos comunican el amor de Dios al mundo que observa en formas que se complementan: “La Palabra comparte el mensaje del amor de Dios y explica cómo recibirlo; el servicio muestra el amor de Dios y provee credibilidad práctica a la Palabra.
La Palabra es el mensaje de Dios de gracia y restauración. Son malas noticias por adelantado, porque ofende nuestras sensibilidades de autosuficiencia, y auto estima. No me dice que yo soy una buena persona que ha cometido algunos errores, sino más bien soy culpable delante de un Dios santo, y merezco su juicio – y no me puedo salvar a mí mismo de este veredicto. Me dice que no soy básicamente una persona saludable que solo necesita un poco de auto ayuda espiritual, sino más bien soy una persona quebrantada que no se puede reparar a sí misma. ¡Estas son malas noticias! ¡Pero las buenas noticias son mucho mejor que las malas noticias! Me dice que la misericordia de Dios es mayor que mi culpa, y que el poder redentor de Dios es mayor que mi quebrantamiento. Me dice que a través de la muerte de Jesús, Dios me ofrece perdón total debido a que Jesús tomó el juicio de Dios en mi lugar. Me dice que a través de la resurrección de Jesús, Dios me ofrece restauración total – empezando en esta vida y gloriosamente completada cuando Jesús vuelva. Todo el servicio en el mundo sin esta Palabra, nunca podrá cumplir con las necesidades espirituales de las personas.
Pero la Palabra sin servicio que muestra la misericordia de Dios y la restauración tiene poca credibilidad convincente (“¿Por qué habría de creer lo que tú dices? No hay evidencia que esté restaurando nada – ¡incluyéndote! Uds. los cristianos son tan centrados en sí mismos como cualquier otra persona.”) Sin importar cuán importante sea el mensaje, el medio del mensaje es crucial para su comunicación efectiva. Inclusive la letra de una canción profunda no iluminará ni moverá a la gente a no ser que esté enmarcada en una bella música. El servicio es el medio/música – hace que la Palabra sea atractiva (Tito 2:10) al desplegar el amor del cual habla la Palabra. ¡Pero cuando el servicio (a los no cristianos y/o a los cristianos observado por los no cristianos) adorna la Palabra, una explosión redentora a menudo ocurre!
En una situación similar en Hechos 6 (cuando la iglesia de Jerusalén se hizo cargo de sus viudas), leemos un efecto de dominó en 6:7. ¿Por qué los sacerdotes judíos estaban respondiendo al evangelio? El Antiguo Testamento dice que ellos eran responsables por distribuir recursos a los pobres. Posiblemente, ellos vieron a los cristianos haciendo un mejor trabajo al respecto, comparado con lo que ellos hacían – lo cual creó en los sacerdotes una apertura al mensaje cristiano, producto del cual muchos se convirtieron.
La historia de la iglesia tiene muchos ejemplos del impacto evangelístico que resulta cuando los cristianos sirven a sus vecinos no cristianos:
En 362 DC, el Emperador Juliano (el Apóstata) rechazó su crianza cristiana e intentó volver a las raíces paganas del Imperio Romano. Él se quejaba amargamente de una de las principales razones por la cual él era incapaz de impedir el crecimiento continuo de la iglesia cristiana: “La religión de los griegos no prospera. ¿Por qué no vemos cómo la caridad de los cristianos hacia los extraños ha hecho lo máximo para avanzar su causa? Es deshonroso que estos cristianos sostengan a nuestros pobres además de los suyos propios, mientras todos somos capaces de ver que nuestros co-religionarios carecen de nuestra ayuda.”
Otro ejemplo es el movimiento Wesleyano en Gran Bretaña (a partir de mediados del siglo XVIII a mediados del siglo XIX). Creció lentamente durante la vida de John Wesley (d.1799); sus diarios hablan mucho más a menudo de ciudades no receptivas que de las receptivas. ¿Por qué dicho progreso tan lento? Un factor clave era que ellos sufrieron de mala prensa: “Evangélicos …. Eran mirados como estrechos de mente, racistas, falta de humor, faltos de imaginación, incapaces de comprender el verdadero mundo, ocupando una subcultura que la gente normal no desearía ser parte. Aquellos que fueron atraídos a su círculo eran mirados como si se hubiesen encontrado con un accidente desafortunado, y ninguna familia respetable voluntariamente permitiría que unos de los suyos fuesen influidos de esta manera.” ¿LES SUENA FAMILIAR?
Como contraste, el movimiento Wesleyano creció mucho más extensamente durante los próximos 35-40 años. ¿Por qué? En 1820, en la medida que cientos de miles de personas vinieron a Cristo, Charles Simeon (un predicador /maestro dotado y poderoso), reflexionó en las razones para esta gran cosecha: “No creo que ni yo, ni ningún otro ministro de la iglesia, es muy exitoso en convertir almas para Cristo. En mi mente, se lo adscribo a la bendición secreta de Dios para esta nación, (y) teniendo en cuenta los intentos que se han hecho para honrarlo en Bretaña…el cual ha dado una especie de aceptación para las verdades del evangelio.” El “teniendo en cuenta los intentos hechos para honrarlo en Bretaña” se refiere en gran parte al trabajo de la secta Clapham (Wilberforce) y otros que servían a los pobres y a los desvalidos (incluyendo a esclavos). Esto era lo que adornaba (“dado aceptación al”) mensaje del evangelio.
Podría continuar dando ejemplos históricos, pero ya entendieron el punto. Y consideremos nuestro desafío actual. Al igual que la iglesia evangélica a finales del siglo XVIII en Inglaterra, la iglesia evangélica en América sufre hoy en día de una mala reputación – y está rápidamente empeorando. Podemos argumentar las razones y maneras en que nos merecemos esto, pero a no ser que podamos mejorar la reputación de la iglesia de Jesús, probablemente no habrá una cosecha significativa – sin importar cuán buenas sean nuestras prédicas, o cuánta perspectiva tiene nuestra apologética o nuestra polémica (aunque sean importantes). Y la forma bíblica principal donde ¡Podemos mejorar la reputación de la iglesia de Jesús es adornando el evangelio que compartimos a través de las buenas obras hacia los no cristianos! [6]
Aquí tenemos algunas formas donde podemos aplicar estas prioridades ministeriales:
Servir a nuestros vecinos y a los colegas en el trabajo y compartir nuestra fe (EJEMPLOS: ¿Dirían ellos que están felices de ser tu vecino?; ¿conocido por ser útil?)
Servir en organizaciones de la comunidad ya existentes y compartiendo nuestra fe (EJEMPLOS: hospitales; bodegas de alimentos para repartir; escuelas públicas; hogares de ancianos y cuidado de hospicio: etc.)
Iniciando ministerios de servicio necesitado y compartiendo nuestra fe (EJEMPLOS: clínicas médicas, dentales, legales; equipos de ministerio para Abuso de Sustancias y aquellos relacionados; ministerio Nepalí, orientación profesional y personal a los jóvenes urbanos (bajos recursos); estudiantes y refugiados internacionales; etc.)
Ejercitando y valorando los dones de servicio en nuestras iglesias (EJEMPLOS: movilizando miembros hacia los servicios anteriormente mencionados; orando por su trabajo; proyectos de servicio de una iglesia en casa; etc.)
Por la gracia de Dios, hemos hecho mucho progreso en estas áreas en los últimos 10 años. Y por la gracia de Dios, podemos “ser aún más excelentes”. Estos ministerios de servicio cumplen con necesidades prácticas en nuestra iglesia y comunidad, ellos aumentan la reputación de Jesús, y ¡forjan apertura a Su Palabra! Pero ellos demandan un montón de sacrificio, trabajo y verdadero amor—y ese hecho nos lleva a nuestra segunda razón por qué los ministerios de la Palabra y del servicio deben ir juntos…
Deben ir juntos también porque la Palabra motiva al pueblo de Dios a servir. Cualquiera puede dar a United Way, o ayudar a sus amigos de la iglesia una vez al año. La gente a menudo hace esto para reducción en los impuestos, para aumentar la reputación social, etc. Los no cristianos a veces lo hacen mejor que los cristianos (Mateo 5:46,47). Pero ¿de adónde sacas la motivación para hacer el tipo de servicio mencionado más arriba – a la larga, servir a las personas que pueden ser ingratas o incluso hostiles, cuando no hay ventaja temporal al hacerlo?
No producto de la culpa (“¡Dios se enojará contigo a no ser que hagas esto!”), ni por presión de grupo (“¿Qué van a pensar mis amigos de mí?, no para poder obtener el aprecio humano (“¡esto hará que mi iglesia crezca – y luego seré alguien!”). Estas motivaciones ya sea son inadecuadas (no añaden perseverancia) y/o inapropiadas (están centradas en uno mismo en vez de en los demás y en la gloria de Jesús).
Esta motivación para abrazar un estilo de vida de servicio viene solo de la Palabra de Dios. Solo el mensaje acerca del amor inmerecido de Dios hacia nosotros, nos motiva a servir a los demás libremente y con gozo (Mateo 10:8; Tacaño). Es por esto que Pablo quería que Tito motivara a las iglesias de Creta para que se involucraran más en el servicio, él les dijo que enfatice la gracia de Dios (leer y explicar Tito 3:1-8). En la medida que el mensaje de amor de Dios hacia nosotros se torna nuestro enfoque y se profundiza en nuestras almas, en forma creciente queremos entregar este amor de Dios hacia los demás ¡porque él nos da el gozo para dar libremente lo que hemos recibido gratis! Contrariamente, si nos falta esta motivación, no debiéramos apoyarnos en la auto recriminación, comparación, o presión para cambiar esto (dentro o entre nosotros). ¡Debiéramos pedirle a Dios una revelación fresca de Su amor para Su Mundo – y luego responder a esto al dar Su amor a otros!
